Hay una cierta afasia que me distingue; una imposibilidad de agarrar bien las palabras que pienso. Las conozco y ellas a mí. Me saben de la misma manera en que yo las sé, pero escapan, se esconden, desaparecen como si para ellas este asunto de expresarse o de “ser exterior” fuera cosa de juego. En el escenario de mí, sólo las palabras simples y del diario aparecen. Estoy completamente atrofiada. El pensamiento no se detiene, pero la palabra rica, precisa y justa me evade por completo. Este síntoma, a medida que se acrescenta, promete encarcelarme impidiéndome aún las palabras de siempre y cuando eso suceda tendré tantas cosas que decir...
© Jara Ríos
Sobre Cicatrices de la memoria
Hace 1 semana.
1 comentario:
Estoy seguro de que irás encontrando las palabras, con paciencia, ellas acaban viniendo. Y bueno, para hacer poesía no se necesitan grandes palabras, las hay muy humildes y hermosas. Mira cómo un Prévert hacía lindos poemas con las palabras y las cosas de todos los días. Y no olvidemos la música. Busca las palabras desde la música. Súbete a su escenario.
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