viernes, 30 de mayo de 2008

Lluvia


Llueve
como el fin precipitado de las cosas
sobre el silencio
matizado
de las plantas
Llueve
en la esquina
redonda verde y justa del pino
anunciando el cataclismo de las formas
en la sombra en la madera
en el llanto de los cristales que caen
en el derrumbe entero de las cosas

Llueve
en ejercicio de puente
invasión inundada
cielo derrumbado
en tierra
Llueve más eterno que el silencio
en entrega de la muerte a la muerte
en la opacidad hambrienta del espacio
en el pincel de tinta china sobre el lienzo
entre la ola la quilla el barco
los ojos y el agua
a veces en arrebato lento de furia
ahogando las raíces
borrachas de escarcha
en tortura de la tierra
obligada a tragarse
tanto fin
tanto mar dulce
desde otro espacio

Imagen tomada de http://www.flickr.com/photos/francisco_rosario/

martes, 27 de mayo de 2008

Otra vez los muertos

Hoy
he retomado mis muertos
los he sacado a la ciudad
y me niego al entierro

los llevo conmigo
en medio del bullicio
los arrastro sin escondite
para que me cuenten
del odio
de los gusanos
la caja
los llantos
el silencio

Mis muertos
andan aireándose en el parque
gozando de la brisa
y del sexo
andan conmigo
me hablan
con la tranquilidad del vivo
con la asfixia del muerto.

Mis muertos no saben que se han muerto
que hieden
que se pudren
que les gotea la piel en lepra
que andan ulcerados
que van dejando pedazos de cuerpo en el camino

He de cargar mis muertos en la hecatombe propia
He de llevarlos conmigo en el llanto y en la voz
Voy a llegar con ellos a los salones
Ellos habrán de presenciar la ruina
y habrán de aplaudirme cuando se los diga

domingo, 25 de mayo de 2008

Afasia

Lo he dicho ya miles de veces:
Mis palabras no están hechas para el afuera
se aferran al encierro de las cuerdas
y la traquea
las distingue el nudo
el escondite
Por ello la voz en economía de ahorro
canta la canción del momento
habla el cliché repetidas veces
Pero las palabras
de nombrar las cosas
de discurrir por lo complejo
quedan adentro guardadas
en el espanto del desierto
ovillándose a la esquina del camino
aterrorizadas por el fin
que les destina el habla, la escritura, el silencio
Asomadas a la intemperie se protegen
y no dejan caerse
como una espada clavada en la lengua
amputando los dedos en tortura
la afasia las consume...
No logro escapar de esta lógica de la dádiva:
que cada palabra sea
una ofrenda más
a ti.

martes, 13 de mayo de 2008

los muertos

Tengo que cargar con mis muertos
de ciudad en ciudad
guardándomelos en los bolsillos
para que nadie me los robe
para que nadie me los tropiece
mucho menos me los interroguen
tengo que irles robando el silencio en la palabra
acumularlos como capital en el castillo
tengo que irlos durmiendo
callarlos un poco en la mesa
para que no se agiten en tumulto
cuando me niego a escucharlos
las plantas que me trajeron
han llenado las paredes
me han nacido las ramas
extremidades que se me adhieren
adiposas
en prótesis
he de cargar mis muertos aunque no los entienda
aunque a ratos me cuestionen
y también ellos me lleven
a hurtadillas
pa que no me entere